Las grandes petroleras firman una ola de acuerdos comerciales para blindar sus alternativas renovables al diésel.
Por tierra, mar y aire. Repsol y Cepsa han agitado la carrera por la descarbonización del transporte con unaluvión de alianzascon compañías líderes en sus campos, desde aerolíneas hasta navieras o gigantes del tráfico pesado por carretera. Estos acuerdos comerciales se han convertido en lafórmula mágicacon la que las grandes petroleras están arrancando la producción y venta a gran escala de biocombustibles, la alternativa renovable e inmediata a fuentes tradicionales como el diésel, toda vez que los primeros que aún compiten en desventaja en precio con las segundas.
Repsol se ha asociado con compañías de toda índole comoXPO,Grupo SeséoGrupo Serveto(camiones),Tragsa(maquinaria),Navantia(barcos) oAvanzayAlsa(autobuses). En el caso de Cepsa, el grueso de los acuerdos los ha sellado en el sector de tráfico aéreo, con aerolíneas comoIberia,Vueling,Air Nostrum,TUIoWizz Air. El objetivo es lograr que los combustibles renovables, en permanente desarrollo, arraiguen en el día a día de las empresas de transporte.
Otras energéticas españolas comoNaturgyse han sumado a la fiesta de alianzas. La gasista anunció el pasado octubre un acuerdo para suministrar biometano a la flota de vehículos de última milla deAquaservice, la empresa de distribución de agua mineral. De esta forma, las energéticas comparten el riesgo inherente a su inversión en productos en fase de desarrollo y mejoran el acceso a financiación (lo que se conoce como bancabilidad en la jerga) de estos proyectos, al ofrecer a los bancos la garantía de que alguien comprará el producto (offtaker).
La cosa va bien, pero faltan por derribar obstáculos como la diferencia de precio respecto a la gasolina o el diésel. En el caso del llamado Aceite Vegetal Hidrotratado (HVO), un biocombustible producido a base de aceites vegetales, su precio en surtidor es todavía alrededor de 35 céntimos (más IVA) más costoso que el diésel. Es por ello que el suministro estable y a gran escala a grandes clientes sigue siendo clave para doblegar la curva de precios y hacer despegar definitivamente el mercado de las nuevas alternativas limpias a los combustibles fósiles.
Precisamente en la venta de HVO se basa el acuerdo anunciado ayer entre Repsol y el gigante de la logística XPO, por el que la energética suministrará más de un millón de litros del citado combustible renovable a la flota de camiones del grupo estadounidense en 2023.
El éxito de estos acuerdos estará, en parte, subordinado al nivel de compromiso que se alcance aguas abajo, esto es, a la disposición que los clientes de los gigantes logísticos y del transporte demuestren a la hora de arrimar el hombro y asumir parte del inevitable sobrecoste asociado a este giro verde. Por ejemplo, en el caso de XPO, la cartera de clientes incluye a colosos comoInditex,IkeaoCarrefour. En el de Grupo Sesé, aSeatoCoca Cola. En el de Grupo Serveto, aFreixenet.
Fuente: elmundo.es

