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Nueva campaña de reciclaje de aceite doméstico

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En Semana Santa arrancará en Txingudi y se extenderá al resto de comunidades.

Posteriormente se hará un sorteo al mes y los afortunados recibirán una tarjetas para comer o cenar en bares y restaurantes de diversas categorías que se han sumado a la campaña. Los sorteos se harán mensualmente en Gipuzkoa a lo largo del año. La primera opción para reciclar el aceite será en la comarca del Txingudi, a partir de Semana Santa. 20 años con la hostelería Los hosteleros colaboran porque llevan ya veinte años entregando su aceite usado a esta empresa. «Comenzaron bares y restaurante de la Parte Vieja como Ubarrechena, Izkiña, Gandarias, Ganbara… solicitando el servicio de recogida del aceite usado. Hoy día se recogen cada año unos 660.000 litros» señaló Ubarretxena. Lo que supone que se recicla el 80% del aceite usado en los 2.300 negocios hosteleros suscritos a esta recogida de Ekogras. Esta empresa lo reconvierte en biodiesel destinado al transporte urbano, como DonostiBus o el Comarcal de Pamplona. «Hoy día no se puede concebir un gremio de hostelería sin que se recicle el aceite. Somos líderes del Estado en reciclaje con gran diferencia», señaló el presidente. El aceite se puede entregar en los contenedores de los pueblos destinados a su recogida, en el punto limpio de Garbera en San Sebastián o en los vehículos que pasan por los diferentes barrios un par de veces al mes. Un largo tratamiento Además de ser un buen hábito reciclar aceite vegetal doméstico, Ekogras recalca la importancia de no tirarlo por la fregadera por varias razones. Entre ellas, porque atasca las tuberías, sirve de alimento a los roedores, provoca malos olores, afecta al ecosistema acuático, altera el intercambio gaseoso natural y forma una fina película en las instalaciones de las depuradoras que eleva el costo del tratamiento de limpieza de las aguas. El proceso de tratamiento del aceite que realiza Ekogras pasa por diversas fases. Primero se almacena en cubas; luego se depura, eliminando los restos de agua y elementos orgánicos. Tras esto, el agua desengrasada vuelve al colector y los restos orgánicos son tratados como lodo no peligroso por un gestor autorizado. Las aguas sucias, por su parte, se depuran extrayendo cualquier resto de aceite, mediante su centrifugación y desengrasado final en el separador de hidrocarburos. El aceite limpio se lleva, finalmente, a la fábrica de biodiésel. Ekogras recicló el año pasado también 405.000 envases de plástico y 58.000 de vidrio. Fuente: Diario Vasco